Durante la Segunda Guerra Mundial, el teatro de operaciones del Pacífico registró muchos combates aeronavales, cuyos restos descansan en el fondo del mar.
Uno de aquellos combates fue la Batalla de Kwajalein, que debe su nombre al atolón de las Islas Marshall que había sido ocupado por unos 5.000 japoneses. Entre el 31 de diciembre y el 3 de febrero de 1944, ese contingente nipón se enfrentó a una fuerza de más de 46.000 militares de Estados Unidos. Fue una aplastante victoria americana: sólo 153 japoneses sobrevivieron a la batalla.
La laguna del atolón de Kwajalein guarda los restos de 25 barcos y algunos aviones de ambos bandos que combatieron en aquella batalla. Pero ese lugar es famoso no sólo por esos restos, sino por un hecho más curioso. En septiembre de 1945, la Armada de Estados Unidos decidió deshacerse de unos 150 aviones arrojándolos a la laguna de ese atolón. El motivo de esa decisión es que una vez acabada la guerra, Estados Unidos tenía unas cantidades tan enormes de material militar que no sabía qué hacer con él. Por aquel entonces se podía comprar un caza P-51 Mustang por un dólar. Resultaba más barato arrojar aquellos aviones al mar que transportarlos de vuelta a EEUU.
La lista de desafortunados aviones que fueron arrojados al mar incluía cazas Chance Vought F4U Corsair y Grumman F4F Wildcat, bombarderos en picado Douglas SBD Dauntless y Curtiss SB2C Helldiver, bombarderos navales Grumman TBF Avenger, 11 bombarderos de patrulla North American PBJ-1 Mitchell (la versión naval del B-25) y aviones de transporte Curtiss C-46 Commando. A causa de aquel lanzamiento masivo de aviones al mar, el atolón de Kwajalein es uno de los mayores cementerios de aviones de la Segunda Guerra Mundial, con unas 160 aeronaves, entre las que cayeron allí en la batalla de 1944 y las que fueron arrojadas en 1945.
Dan Farnham lleva un año publicado vídeos de ese enorme cementerio submarino. Podéis ver a continuación dos de esos vídeos. En el primero muestra los cazas F4F Wildcat que hay en el fondo del atolón, y explica cómo aquellos aviones fueron a acabar allí (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
En este segundo vídeo muestra un C-46 Commando y un PBJ-1 Mitchell:
Podéis ver a continuación algunas capturas de ambos vídeos, a modo de adelanto. Empezamos con un caza F4F Wildcat:
Otro F4F Wildcat, éste todavía con las alas plegadas, tal como eran estacionados en las cubiertas de vuelo y los hangares de los portaaviones.
Otro F4F Wildcat más, éste semienterrado en el fondo del atolón. La mayoría de los aviones están a unos 30 metros de profundidad.
Un avión de transporte C-46 Commando, el gran rival del famoso Douglas C-47 Skytrain.
El interior del C-46. Esto es lo poco que queda del panel de instrumentos de su cabina.
Uno de los 11 bombarderos de patrulla North American PBJ-1 Mitchell de la US Navy que fueron arrojados al atolón. El avión está boca abajo y con la bodega de bombas abierta.
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Comentarios:
wladimir
interesante…
2:26 | 28/10/22
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