La ojiva nuclear W40 de un misil CIM-10A se incendió y liberó su plutonio

Una antigua base de misiles en EEUU que fue el escenario de un accidente nuclear en 1960

Hoy en día hay numerosas ruinas de la Guerra Fría en el mundo, pero hay una de ellas que tiene una particularidad puramente radiactiva.

Dentro de las ruinas de un colosal complejo de lanzamiento de misiles nucleares Titan I
Visitando el último silo de un misil nuclear Titan II en el que aún puedes ver este ICBM

A finales de la década de 1950, Estados Unidos y Canadá empezaron el desarrollo de un misil antiaéreo de largo alcance para defenderse de un posible ataque de bombarderos nucleares soviéticos. El resultado de este programa fue el misil supersónico Boeing CIM-10 Bomarc. Estos misiles tenían la capacidad de transportar una ojiva nuclear W40. Se planeó crear 52 bases de lanzamiento para proteger los principales núcleos de población de Norteamérica, pero finalmente sólo se construyeron diez: ocho en EEUU y dos en Canadá.

La primera de esas bases, Fort Dix, fue inaugurada en 1959 junto a una base aérea de McGuire la Fuerza Aérea de EEUU (USAF), en el Estado de Nueva Jersey. En el momento de su inauguración sólo tenía un misil activo, aunque llegó a disponer de 28 lanzadores de misiles CIM-10A y 56 CIM-10B, operados por el 46º Escuadrón de Misiles de Defensa Aérea. Cuando por fin las diez bases de lanzamiento estaban operativas, los misiles Bomarc se habían quedado obsoletos debido a la amenaza de los nuevos misiles balísticos intercontinentales (ICBM), que los Bomarc eran incapaces de derribar.

La base de misiles de Fort Dix con cuatro de sus misiles CIM-10A desplegados. Estos misiles estaban guardados en hangares cuyo techo se abría para el lanzamiento (Foto: National Museum of the U.S. Air Force).

Todas las bases de lanzamiento de los misiles Bomarc fueron cerradas entre 1969 y 1972. En la primera de ellas, Fort Dix, hubo un grave accidente el 7 de junio de 1960. A causa de la ruptura de un tanque de helio, la ojiva nuclear W40 de un misil CIM-10A se incendió. Aunque no llegó a explotar, la ojiva se derritió y liberó el plutonio que contenía, lo que obligó a aislar ese sitio de lanzamiento y los anexos, que fueron desmantelados y cubiertos con cemento. Debido a ese accidente, la USAF no pudo vender esos terrenos tras el cierre de la base de lanzamiento. El lugar sigue siendo propiedad de la USAF, aunque no está vigilado, y hoy en día ésta es la base de misiles Bomarc mejor conservada de las ocho construidas en EEUU.

El siempre interesante canal Exploring the Unbeaten Path ha publicado un vídeo mostrando el interior de esta base (el vídeo está en inglés pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):

Podéis ver aquí algunas capturas del vídeo. La base tiene una gran extensión. Los 28 hangares de los misiles CIM-10A están en dos hileras en su lado norte, y los 58 hangares de los CIM-10B están en cuatro hileras justo al sur. La zona que quedó aislada por el derrame de plutonio está en la zona occidental de la base.

Los antiguos hangares de lanzamiento de los misiles Bomarc. Este tipo de misiles han sido los únicos sistemas de defensa tierra-aire operados por la USAF, ya que de este tipo de misiles se suele hacer cargo el Ejército de EEUU.

El interior de las antiguas instalaciones de lanzamiento. Fueron abandonadas en 1972.

Antiguos tanques de helio abandonados en la base.

Uno de los lanzadores de misiles Bomarc, en un buen estado de conservación. Concretamente, éste es uno de los 58 lanzadores de misiles CIM-10B que había en Fort Dix.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante…

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