Una reflexión llena de agradecimiento de un votante de Vox desde su fundación

Nueve años de Vox: en España se acabó que la izquierda vaya cerrando debates

Tal día como hoy, hace nueve años, se celebró el acto de presentación de un nuevo partido político en España: Vox, una opción que venía a llenar un gran vacío.

Hace un año muchos no teníamos voz en las instituciones: hoy Vox ya es la tercera fuerza
Vox se une al Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos junto al PiS polaco

Ese vacío no era sólo político (muchos votantes de derechas nos habíamos quedado huérfanos electoralmente hablando, debido a la tibieza del Partido Popular), sino también ideológico. En una España con una izquierda hegemónica en los medios de comunicación y en el ámbito intelectual y académico, muchos debates se habían dado por cerrados artificialmente: el aborto, la defensa de la familia, la inmigración, el feminismo (o más bien, la parodia de él que ha hecho la izquierda) e incluso cuestiones como la libre elección de lengua.

El Partido Popular había abandonado la batalla de las ideas contra la izquierda para refugiarse en un discurso centrado en una fría contabilidad, y la izquierda se había tomado esa claudicación como una prohibición del derecho a discrepar frente a los dogmas progres. Formalmente seguíamos siendo una democracia, pero abrir esos debates cerrados por la izquierda suponía arriesgarse a ser señalado, a perder el trabajo e incluso a sufrir una agresión. De esa forma, el PP no sólo había regalado a la izquierda las llaves del debate político, sino también de nuestra democracia y de nuestras libertades.

En la víspera de aquella presentación, en el primer artículo que le dediqué al nuevo partido, dije que Vox era un motivo de esperanza para los que nos habíamos quedado sin voz en las instituciones. Mantengo lo que dije en aquella entrada, y añado: en estos nueve años que llevo apoyando a Vox, nunca imaginé que me llegaría a sentir tan orgulloso de votar a un partido político. Lo digo, en gran medida, por la firmeza de sus dirigentes, que defienden nuestros valores sin complejos en las instituciones, y también por su valentía frente al odio y la violencia de la izquierda, habiendo tenido que afrontar muchas agresiones instigadas desde la izquierda política y mediática, que ha mentido, difamado, calumniado y demonizado a este partido hasta unos extremos criminales.

Cuando nació Vox, muchos nos dábamos por satisfechos con que lograse un solo diputado. Parecía algo difícil y se tardó varios años en lograrlo. Hoy en día, Vox tiene 52 diputados, es el tercer partido más votado de España, tiene representantes en muchas instituciones y forma parte de un gobierno regional, el de Castilla y León, en el que está haciendo una excelente labor en defensa de la vida. Por lo que apuntan las encuestas, Vox tiene ya un electorado consolidado, que sabe que su partido cumple sus compromisos. Pero sin duda uno de los grandes logros de Vox, y el que más odian algunos fanáticos, es que gracias a ese partido en España se acabó que la izquierda vaya cerrando debates. Vox está dando la batalla de las ideas allí donde desertó el PP, y lo está haciendo con una valentía y una claridad admirables.

Como votante de Vox desde sus comienzos, agradezco de corazón la labor que está haciendo. Gracias a Vox, por fin he podido sentir lo que es votar a un partido que defiende en las instituciones lo mismo que cuando te pide tu voto en un mitin. Vox se ha convertido en algo mucho mejor de lo que esperaba en 2014, cuando apareció, y sé que eso se debe a la labor silenciosa de la buena gente que milita en sus filas, desde su presidente y sus diputados a sus afiliados de a pie. Tengo la esperanza de que España saldrá del pozo en el que la ha metido la izquierda, y lo hará, en gran medida, gracias a Vox. Por mi parte, seguiré aportando mi apoyo a ese partido, como votante y como bloguero, mientras siga mostrándose fiel a sus principios, algo en lo que nunca ha fallado. ¡Feliz cumpleaños, Vox!

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Foto: Vox.

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Comentarios:

  1. Teros

    Vox se enfrenta no solo se enfrenta a toda la izquierda en general sino también a derecha de toda la vida que es el PP blando y cobarde arrodillado ante la izquierda y que esta haciendo igual o mas que la izquierda para eliminarles.

    Espero que le vaya bien en el futuro y sepa organizar una buena táctica electoral contra ese monstruo del bipartidismo para cambiar las cosas por el bien de España.

  2. wladimir

    es cierto..

    cuando surgio VOX en ese momento estaba llenando un vacio ante el monopolio socialista y se convirtio en la esperanza de los ciudadanos honestos..ahora VOX es la representancion del Pueblo Español y defensor de sus valores ademas de llevar la guia de la autentica oposcion de derechas..

    y por supuesto VOX tendra que enfrentar a la Ultraizquierda del Regimen y sus aliados asi como a la falsa derecha representada por el PP…esperemos que VOX siga asi y en el futuro hayan mas triunfos en defensa de España…Viva VOX….

  3. Agimiran

    Somos muchos los que estamos esperanzados en Vox y comprobando que no hay otro partido, hoy por hoy, que pueda hacer que España vuelva a la normalidad sin que este Presidente y su partido haga todo cuanto se le antoja sin oposición ni queda de otro que no sea Vox.👍

  4. AnaMVelascoPlaza

    Enhorabuena por este excelente artículo, que refleja a la perfección el halo de esperanza que representó su nacimiento y que sigue representando en momentos tan aciagos para nuestras libertades y para la unidad de nuestra nación. Su firmeza en las ideas y su valentía para defenderlas ha hecho que sea el único partido capaz de revertir esta deconstrucción de España apoyada por el resto de partidos. Paso a exponer el escrito aparecido en LNE con motivo de su aparición,que dio pie al honor de ser nombrada coordinadora de Vox en Asturias

    Rebelión en la granja

    29 de Enero del 2014 – Ana Maria Velasco Plaza (Oviedo)

    En las circunstancias actuales de estrepitosa crisis, no solamente económica sino -y lo que es aún peor- de merecido desprestigio de todas las instituciones estructurales de la nación española, la mayor parte de los ciudadanos estamos hartos de sufrir a tan penosa clase dirigente, que va de peligrosos iluminados de un color a amorfos embusteros de otro, unos de conocidas trayectorias radicales y totalitarias, otros secuestradores de unas siglas cuyo ideario han traicionado. Por ese motivo, la aparición de nuevos grupos políticos tratando de ocupar los lugares que han quedado vacíos es, sin lugar a duda alguna, muy buena noticia.
    Porque en el momento presente nadie puede negar que, tras escenificaciones de confrontación, existe una abducción de los dos grandes partidos políticos que, cual zombis, siguen no se sabe que voz de más allá, con políticas comunes, aplaudidas por poderes mediáticos, pero destructivas a nivel nacional. Esto es más sangrante en el caso del PP, donde, tanto lo que hacen, como lo que medio hacen, como lo que dejan de hacer, es contrario a sus principios fundacionales e incluso al programa electoral por el que obtuvieron su mayoría absoluta. De esta forma han convertido buena parte de los escaños otorgados por sus votantes en meras casillas para muñecos de guiñol manejados por sólidos hilos de intereses personales, cuando no por corrupción, despotismo y engaño.
    La fundación del nuevo partido, Vox, ha devuelto la esperanza a los que nos hemos visto progresivamente sin el espacio político que nos fue torticeramente expropiado por los propios registradores de la propiedad. Y desde el mismo momento de su deseado y esperado nacimiento, este partido ha comenzado a cosechar sus triunfos a pesar de ser de padres no suficientemente conocidos según algún dirigente del PP (que imprudentemente parece tener más clara su propia filiación). Apenas dado a conocer su proyecto, antes de salir a un campo de batalla donde van a curtirse con fuego cruzado a cuatro bandas, su primer éxito político y no me refiero a un numero de afilados y votantes previsiblemente mucho más elevado de lo que algunos desearían- ha sido que, por primera vez desde comienzos de legislatura, el gobierno haya cambiado su cómoda y diversiva cantinela de la economía es lo único que interesa por otros ruinosos pilares recuperados en precario como son la unidad, la defensa de la Constitución y la vigencia de sus valores. Porque este será el lema en la urgente convención nacional que tendrá lugar en Valladolid, ya sabemos que planeada desde tiempo inmemorial, pero casualmente activada tras el nacimiento de Vox. Teatralización que pondrá en escena el importante componente ideológico que hasta ahora habían ocultado tan celosamente y que, como el ave Fénix, surge cuando despunta la luz de otro partido.

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