Podía lanzar grandes proyectiles de 750 kg a una distancia de 38 kilómetros

Los búnkeres del 'Lange Max', un enorme cañón alemán de la Primera Guerra Mundial

La artillería vivió una época dorada en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), durante la cual se hicieron cañones de muy grandes calibres.

Una laberíntica fortaleza que contempló una brutal batalla de la Primera Guerra Mundial
Los curiosos búnkeres alemanes con nombres de animales construidos en Francia en 1918

Uno de esos cañones fue el 38 cm SK L/45, apodado "Lange Max" (Max Largo). Inicialmente fue diseñado como un cañón naval para los cuatro acorazados alemanes de la clase Bayern, cada uno de los cuales iba equipado con ocho cañones de este tipo en cuatro torretas con dos cañones cada una. Fue fabricado por la empresa alemana Krupp, pesaba 267 toneladas, el tubo del cañón medía 16 metros de largo tenía un alcance máximo de casi 48 kilómetros. Sus proyectiles más letales tenían un peso de 750 kg, llevaban una ojiva con 67 kg de alto explosivo y podían llegar a una distancia de 38 kilómetros.

Un Lange Max en la Batería de Pommern, en la Francia ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (Foto: United States Army Ordnance Department).

Estos cañones se usaron también en tierra firme, colocándolos sobre enormes vagones ferroviarios y también en pozos de artillería semicirculares. Sus disparos fueron los primeros que hizo la artillería alemana en la Batalla de Verdún En 1917, el Lange Max era uno de los cañones más grandes del mundo.

Este domingo, el canal Simply Adventure ha publicado un interesante vídeo mostrando uno de estos cañones, que está conservado cerca del campo de batalla de Verdún, en el norte Francia. Este Lange Max tiene el ánima sellada pero está en muy buen estado. El vídeo también muestra el pozo desartillado y los búnkeres por los que se suministraba la munición al cañón (el vídeo está en alemán, pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):

Podéis ver aquí algunas capturas del vídeo. Aquí vemos el enorme Lange Max conservado en Verdún.

El pozo en el que estaba situado el cañón, actualmente desartillado e inundado.

Uno de los protectiles del Lange Max. Eran más altos que una persona.

Uno de los túneles que se utilizaban para suministrar munición al cañón. A pesar de haber pasado más de 100 años se conservan bastante bien. El techo estaba reforzado con barras de acero.

Para un disparo más rápido del cañón, la munición se suministraba desde dos túneles que conducían a una trinchera, por la que los proyectiles eran cargados en vagonetas desplazadas sobre raíles.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante e impresionante…

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