De entre todas las guerras que ha habido a lo largo de la historia de la humanidad, la Primera Guerra Mundial fue una de las más letales.
Uno de los momentos más terribles de esa guerra la Batalla de Verdún (1916), que duró casi diez meses y fue una de las batallas más sangrientas de la historia de la humanidad, con cientos de miles de muertos. Esa batalla se libró en el nordeste de Francia y sus efectos aún perduran en la actualidad por varias razones: multitud de cuerpos de hombres y animales muertos (muchos de los cuales no fueron recogidos después de la guerra, debido a su estado y a los lugares donde habían caído), además de las municiones y los gases tóxicos empleados, envenenaron el suelo, haciéndolo no apto para el cultivo.
Además, aún permanecen en esa zona muchos proyectiles, no sólo explosivos sino también de gas, por lo que hay una parte de ese territorio que sigue siendo, a día de hoy, de acceso prohibido debido a su peligrosidad. Es la llamada "Zone Rouge" (Zona Roja), donde los efectos de aquella guerra aún siguen extendiéndose hasta hoy, y seguirán extendiéndose hasta el futuro, pues esa zona tardará cientos de años en ser limpiada: algunas estimaciones calculan que llevará hasta 700 años reparar los daños de la Primera Guerra Mundial en ese territorio.
Aún en la actualidad, habiendo pasado más de 100 años desde el final de aquella guerra, Francia y Bélgica sigue recogiendo cientos de toneladas de municiones sin explotar en la zona. En 2015, HistoryASM señaló que algunos experimentos realizados en 2005 y 2006 descubrieron hasta 300 proyectiles por cada 10.000 metros cuadrados en los 15 centrímetros superiores del suelo en las peores zonas de los lugares donde tuvo lugar la Batalla de Verdún.
Los riesgos que implican esas municiones sin detonar son importantes. Se calcula que desde el final de la Primera Guerra Mundial, unas 1.000 personas han muerto por la explosión de municiones sin detonar. Las muertes más recientes por esa causa se produjeron en Bélgica en 2014. A los peligros por la posible explosión de munición sin detonar se añaden los altos niveles de contaminación por plomo, mercurio y arsénico debido a la composición de esas municiones. Eso hace que las tierras más contaminadas estén vetadas a la agricultura.
Lo ocurrido en Verdún, igual que los casos de otras batallas en ese y en otros países, indican hasta qué punto una guerra no sólo es un hecho terrible para la gente que la sufre, sino también para las generaciones futuras, que se pueden ver afectadas por las consecuencias durante siglos. Si quieres saber más sobre la "Zone Rouge", el canal Nova Lectio International ha publicado un vídeo tan interesante como estremecedor:
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Foto principal: Nova Lectio International.
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Comentarios:
wladimir
interesante….
6:16 | 22/05/23
FaramirGL
Qué horror.
13:57 | 22/05/23
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