La Primera Guerra Mundial fue el primer conflicto armado en el que la aviación tuvo una notable importancia en diversas misiones.
El 15 de mayo de 1918, antes de que terminase la guerra, Estados Unidos puso en marcha un servicio de correo aéreo civil, que inicialmente hacía una ruta entre Washington DC, Filadelfia y Nueva York. De cara a su expansión por el resto del país, este sistema de correo aéreo se encontró con un serio problema: la falta de luz.
Hoy en día los vuelos nocturnos son muy habituales gracias a las modernas ayudas a la navegación de las que disponen las aeronaves, pero los viejos aeroplanos tenían grandes dificultades para volar de noche con la rudimentaria tecnología que existía a finales de la década de 1910 y comienzos de la década de 1920. Debido a la enorme extensión de EEUU, detener los vuelos desde el anochecer hasta el alba implicaba ralentizar considerablemente correo aéreo, provocando que no fuese un competidor serio con el correo ferroviario. Así mismo, los vuelos de día también necesitaban ayudas a la navegación.
Los primeros intentos de EEUU para facilitar la navegación aérea de noche se pusieron en marcha en 1921, cuando el Ejército instaló balizas giratorias entre Columbus y Dayton (Ohio) cubriendo una distancia de 80 millas (128 km), con lo que los aviadores podían hacer esa ruta por la noche, observando las balizas a intervalos de 10 segundos.
En 1923, el Congreso de EEUU aprobó la creación de una vía aérea denominada Transcontinental Airway System (Sistema de vía aérea transcontinental), que recorrería el país desde Nueva York, en la costa este, hasta San Francisco, en la costa oeste. Esta vía aérea cubría una distancia de 2.665 millas (4.288 kilómetros), atravesando algunas zonas montañosas y otras desérticas.
El objetivo de esa vía aérea transcontinental es que los aviones pudiesen cubrir rutas entre el amanecer y el anochecer. En esta ruta, se montaron balizas en torres de 16 metros con luces giratorias en lo alto (cada baliza hacía seis rotaciones por minuto), con una separación de 3 millas (4,8 km) entre cada baliza, siendo menor la separación en las zonas montañosas. La luz de las balizas tenía un alcance de 10 millas (16 km). En total, entre 1923 y 1927, el Departamento de Correos de EEUU instaló 616 balizas aéreas entre Nueva York y San Francisco. También se construyeron 89 aeródromos de emergencia y 18 aeródromos terminales.
Este sistema de balizas de vías aéreas revolucionó el correo aéreo en Estados Unidos, y también fue utilizado en Europa (donde las balizas eran conocidas como faros aéreos) Además de las torres con las luces, se construyeron flechas de cemento que indicaban a los aviadores la posición de la siguiente baliza en esa ruta aérea.
El sistema de ayudas visuales llegó a tener 1.500 balizas aéreas en todo el país a comienzos de la década de 1930. Sin embargo, debido a los rápidos avances en la industria aeronáutica, a finales de la década de 1920, las ayudas de navegación mediante radio empezaron a reemplazar a las balizas aéreas. Poco a poco, las viejas balizas fueron quedando abandonadas. En la actualidad han desaparecido muchos de esos faros aéreos, otros están en ruinas y algunos aún se conservan, incluso estando en activo en ciertas zonas montañosas, principalmente en los estados de Idaho y Montana.
En este vídeo de Aaron Kunz podéis ver una baliza aérea que se mantiene activa en Dubois, Idaho:
En este otro vídeo de SoCal Outdoor Explorer podemos ver una baliza aérea en ruinas en Santa Clarita (California):
Bibliografía:
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Imagen principal: Aaron Kunz.
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Comentarios:
wladimir
interesante…
4:12 | 18/06/23
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