La antigua Roma se caracterizó por llevar a cabo obras de ingeniería realmente prodigiosas, muchas de las cuales aún perduran hoy.
Sin duda, entre las obras de ingeniería romana más célebres están las calzadas. Para llevarlas a cabo, Roma tuvo que abrir túneles en algunos lugares. Uno de esos túneles se conserva en Nápoles, Italia, y es conocido como la Cripta Napolitana, la Gruta de Posillipo (por el nombre de la colina en la que fue excavado) y como Gruta de Virgilio, ya que se cree que la tumba del famoso poeta romano Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) está situada allí.
Se desconoce la fecha exacta de la construcción de este túnel, aunque se estima que fue iniciado en los albores del Imperio Romano, concretamente en el siglo I antes de Cristo, siendo su constructor el arquitecto e ingeniero romano Lucio Cocceio Aucto.
La función del túnel era dar paso a la calzada que unía Nápoles con los Campos Flegreos, situados al noroeste de esa ciudad. Concretamente, el túnel va desde Mergellina, un barrio napolitano situado junto al mar, hasta Piedigrotta, en la zona oeste de la ciudad.
Además de su función propia de túnel, se cree que su interior servía para actos de culto al dios Mitra, una deidad romana de origen persa, y al Sol Invictus. Como curiosidad, la gruta fue proyectada de tal forma que por su interior, habitualmente oscuro, penetra la luz del Sol en todo su recorrido durante los equinocios, iluminando sus paredes.
Durante la época medieval la cripta se usó para el culto cristiano a la Virgen Odigitria. De esa época, por cierto, el túnel conserva un importante legado español, ya que a mediados del siglo XV, el Rey Alfonso V de Aragón, natural de Medina del Campo (Valladolid), que ordenó ampliar la altura de la gruta, a fin de rebajar su pendiente. El suelo se rebajó en 2 metros en el acceso occidental y en 11 metros en su acceso oriental, dándole al túnel su curioso aspecto alargado.
Otro noble español que dejó su huella en este túnel fue el Virrey de Nápoles Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga (nacido en Alba de Tormes, Salamanca), que durante el siglo XVI ordenó pavimentar y reforzar el túnel. A mediados del siglo XVIII, el Rey Carlos III de España consolidó el túnel, lo que permitió que se siguiese usando durante dos siglos más.
Lamentablemte, el túnel fue cerrado al paso a finales del siglo XIX, debido a los problemas que presentaba la galería. Hoy en día continúa cerrado al público y con una parte de su tramo en mal estado, aunque existen planes para reabrirlo. El túnel mide 705 metros de largo, con un ancho de 4,5 metros y hasta 5 metros de alto.
Si quieres ver cómo está el interior del túnel en la actualidad, Tattooed Traveler publicó este martes un interesante vídeo mostrándolo (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
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Foto principal: Gianfranco Vitolo.
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Comentarios:
wladimir
interesante…
11:08 | 28/07/23
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