Unas instalaciones subterráneas secretas del programa de cohetes alemanes V2 de la SGM

@Explorandoinfo EN Dom 13·8·2023 · 23:04 1

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi desarrolló el primer programa de misiles balísticos de la historia: los famosos V2.

La MRU, una misteriosa ciudad subterránea de la Alemania nazi con 80 km de túneles
Un gigantesco polvorín de la SGM en el que un accidente sepultó 14.000 toneladas de bombas

El programa se había iniciado ya en 1935 con el nombre de Aggregat 4, completándose el primer cohete en 1941, que fue probado el 13 de junio de 1942. Esta nueva arma estuvo operativa en septiembre de 1944. En total se llegaron a construir unos 5.000 cohetes V2, que se lanzaron sobre el Reino Unido y Bélgica, matando a más de 7.000 personas, dentro de la campaña de terror ordenada por Hitler contra los países aliados, basada en dos tipos de Vergeltungswaffen o armas de venganza: la bomba volante V1 y el misil V2.

La fabricación de estas armas de venganza tuvo que hacerse principalmente en instalaciones subterráneas, debido a los sistemáricos bombardeos aliados contra las fábricas de armamento alemanas en la superficie. Para la construcción de estas fábricas subterráneas y de los propios misiles, los alemanes utilizaron a decenas de miles de trabajadores esclavos traídos de los países ocupados y sacados de los campos de concentración. Estas personas tuvieron que trabajar en unas condiciones inhumanas.

Este domimgo, el canal Simply Adventure ha publicado un vídeo en el que muestra una de esas instalaciones subterráneas secretas, en una localización que no se indica ni en el vídeo ni en su descripción. Concretamente, esta instalación servía para mezclar los componentes del combustible del V2, formado por etanol y oxígeno líquido (el vídeo está en alemán pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):

Podéis ver a continuación algunas capturas del vídeo. Los exploradores acceden a estas antiguas instalaciones secretas por un largo túnel de un kilómetro de largo, hecho con ladrillos y pizarra en algunos de sus tramos. En ciertas partes del túnel hay barro de color amarillento y considerables filtraciones de agua.

Un documento encontrado por los exploradores en estas instalaciones subterráneas. Está escrito en una tipografía gótica, muy usada por los nazis hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando renegaron de ella creyendo que tenía un origen judío.

Las bases de cemento de uno de los depósitos en los que se mezclaban el combustible de los cohetes. Es escalofriante pensar en las condiciones en las que se hacían trabajos tan peligrosos en una instalación subterránea tan angosta.

Un túnel más amplio, situado al final de la instalación, en la parte que daría al exterior. En esta zona, los depósitos de combustible de los cohetes serían cargados en trenes.