Una de las peores cosas que te pueden llamar en España es "fascista". Esa sentencia, lanzada a la ligera contra cualquiera que contradiga a la izquierda, implica la muerte civil del señalado.
Están trivializando el auténtico fascismo
El abuso de esa acusación ha tenido un efecto doblemente perverso. Por una marte, al llamar "fascista" a cualquiera aunque no lo sea, la izquierda ha contribuido a trivializar el auténtico fascismo, una ideología totalitaria que en el siglo pasado sembró el terror en buena parte de Europa. Sin embargo, con frecuencia la izquierda lanza esa acusación contra personas que rechazamos abiertamente esa ideología totalitaria: católicos, liberales, conservadores, democristianos... Es un descarado intento de amedrentar al que discrepa acusándole falsamente de algo que no es, pero que la izquierda sabe que provoca mucho rechazo. Igualito a lo que hacían muchos franquistas, por ejemplo, señalando como "masón" a cualquiera que criticase a la dictadura de Franco.
Una forma de blanquear el totalitarismo de ultraizquierda
Por otra parte, esa insistencia en identificar exclusivamente el mal con el fascismo ha servido para blanquear otra ideología totalitaria tan perversa como aquella: el comunismo, que se lleva la palma en la clasificación de ideologías genocidas, al ser el responsable de sembrar el mundo con 100 millones de muertos en menos de un siglo. Este sistemático blanqueamiento, alcanzado mediante un esfuerzo propagandístico sin precedentes, ha acabado siendo interiorizado incluso por muchos que se consideran hostiles a esa ideología. Por poner un ejemplo, innumerables veces hemos podido ver a políticos y ciudadanos de a pie llamando "fascista" a ETA, una banda de ideología marxista-leninista. El hecho de que las dictaduras comunistas haya cometido crímenes masivos incluso es interpretado por muchos no como una prueba de que esa ideología es esencialmente vil, sino de que su puesta en práctica no fue la correcta, de modo que todo eso podría haberse evitado si se hubiese establecido un régimen auténticamente comunista. Cabe preguntarse lo obvio: ¿cuántos millones de muertos más se necesitan para darse cuenta de intrínseca maldad del totalitarismo rojo? Nunca he oído a nadie decir que si el nazismo asesinó a millones de personas se debió a que el régimen de Hitler no fue auténticamente nacional-socialista. Sin embargo, mensajes igual de absurdos que ése se leen a menudo para justificar al comunismo.
¿Existe hoy un auge de la auténtica ultraderecha en Europa?
Por supuesto, soy de la opinión de que el nazismo es equivalente al comunismo en términos de maldad. Moralmente son dos ideologías que me producen la misma repugnancia. Sin embargo, y como adelanto en el título, a día de hoy la ultraizquierda demuestra ser una amenaza mucho peor que la ultraderecha, ante todo porque hoy en día la ultraderecha es un fenómeno político marginal. En España no llega ni al 1% del electorado. Hace décadas que los partidos de ultraderecha no tienen representación en el Parlamento español. En otros países, según los medios de comunicación, hay partidos de ultraderecha que están en auge, pero un atento repaso pone en entredicho esa catalogación. En algunos casos esos medios tachan como ultraderechistas a partidos que -propiamente hablando- son más bien conservadores, como Alternativa por Alemania, el FPÖ austriaco o la Unión Cívica Húngara. En otros casos son partidos más bien liberales, como el holandés Partido de la Libertad de Geert Wilders. En Francia un partido que sí fue propiamente de ultraderecha hace muchos años, el Frente Nacional, ha acabado apoyando el aborto y el laicismo. Si algo tienen en común estos partidos es que no tienen nada que ver con el fascismo clásico ni con el nazismo. El que sí se aproxima a las tesis filonazis es Amanecer Dorado, en Grecia. Sin embargo, no mantiene relaciones con los partidos antes citados, y su filiación europea es el Frente Nacional Europeo, que agrupan partidos de ultraderecha sin representación o muy minoritarios.
La presencia de la ultraizquierda clásica y sus nuevas tapaderas
Por el contrario, la ultraizquierda europea tiene una fuerza parlamentaria muy superior a la de la ultraderecha. A modo de ejemplo, Syriza (que es una coalición de partidos comunistas) gobierna en Grecia con 144 de los 300 escaños del Parlamento de ese país. La extrema izquierda alemana, Die Linke, heredera política de la RDA, tiene actualmente 64 escaños en el Bundestag y 7 en el Parlamento Europeo. En Portugal los comunistas del Bloco de Esquerda (con 19 diputados) y el Partido Comunista Portugués (uno de los más rancios partidos de su tipo de Europa, con 17 escaños) son los sostenedores del actual gobierno socialista de António Costa. En Francia el Front de Gauche tiene 10 diputados en la Asamblea Nacional (el FN sólo tiene dos). La Sinistra Italiana de Nicola Fratoianni, que intenta imitar a Podemos y a Syriza, tiene 31 escaños en la Cámara de los Diputados de ese país. Finalmente, en España Podemos y sus socios electorales suman 67 escaños, a los que hay que añadir los 9 de Esquerra (separatistas catalanes) y los 2 de EH Bildu (separatistas vascos).
Podemos: un ejemplo de comunismo con nuevo disfraz
El caso español demuestra el peligro que supone el auge de la ultraizquierda actual, a menudo personajes y grupos de ideología comunista que se sirven de nuevos disfraces "transversales" para provocar menos rechazo entre el electorado. Ésa fue la táctica usada por Podemos, un partido creado por ciertas personas que hasta hace algunos años militaban en las Juventudes Comunistas, como Pablo Iglesias, y que en cuanto ha tenido ocasión se ha aliado con Izquierda Unida, la tapadera electoral que viene usando el Partido Comunista de España desde los años 80. A todo el que conozca la dinámica de estas organizaciones no le puede haber sorprendido la deriva cada vez más radical de Podemos. Ayer mismo Pablo Iglesias apoyaba a un rapero condenado por amenazas de muerte y apología del terrorismo. El año pasado apoyó a un concejal de Podemos condenado por agredir a puñetazos a un concejal socialista. Por otra parte, y demostrando sus perversas relaciones internacionales, Podemos ha se ha negado a condenar la represión del régimen chavista en Venezuela en tres votaciones parlamentarias. En la misma línea de simpatía con la ultraizquierda hispanoamericana, en noviembre Podemos homenajeó al dictador comunista Fidel Castro, presentándole como "un referente de la dignidad latinoamericana" y un "referente del socialismo". En 2014 uno de los fundadores de Podemos defendió su ideología como "leninismo amable". De hecho, uno de los diputados de su grupo parlamentario, el comunista Alberto Garzón, ensalzó el año pasado la Revolución bolchevique.
Contra el fascismo ya estamos vacunados: contra el comunismo no
Como vemos, mientras que en Europa el fascismo clásico y el nazismo son puramente marginales, partidos comunistas con representación parlamentaria no tienen reparos en hacer gala de su ideología antidemocrática, sin manifestar ni el más leve arrepentimiento por los crímenes perpetrados por las dictaduras inspiradas por el marxismo. El apoyo de Podemos a ataques contra la libertad de expresión, como el ocurrido la semana pasada en la Universidad de Sevilla, demuestra que lejos de haber asumido sinceramente los planteamientos democráticos, la ultraizquierda clásica no ha hecho más que disfrazarse para entrar en las instituciones y defender desde ellas los mismos planteamientos autoritarios de antaño. Eso es lo que demuestra que, como amenaza para nuestra democracia, la ultraizquierda es mucho peor que la ultraderecha, porque si del virus fascista estamos ya vacunados -lo cual es de agredecer-, del virus comunista no lo estamos, al menos en España y a diferencia de lo que ocurre en países como Polonia, Hungría y la República Checa, que sufrieron de lleno la opresión comunista.
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Comentarios:
Luis Carlos Bustos Marín
No olvides que Mussolini no sólo fue socialista, sino además director de la revista «Avanti».
7:46 | 23/02/17
Elentir
Pues sí. Y nazismo es la abreviatura de «nacional-socialismo«. Y sobre el buen rollito entre comunistas y nazis en ciertos momentos ya escribí algunas entradas. Sirvan de ejemplo las siguientes:
– El trampolín comunista de Hitler.
– Cuando nazis y soviéticos lucharon y desfilaron juntos en Polonia.
– Las conversaciones secretas de 1940 entre comunistas y nazis en la Francia ocupada.
8:13 | 23/02/17
Fern
Creo que hay un país que puede ser ensalzado pero no sé el grado de veracidad:Ucrania creo que tiene legislación en contra de la apología del comunismo y nacismo.
8:37 | 23/02/17
Sharovarov
Hoy se cumplen exactamente 10 años desde que Federico Jiménez Losantos hizo el programa desde mi pueblo, en concreto, desde el nuevo Ayuntamiento, estrenado por entonces. Los «demócratas» de aquí se concentraron delante de él, desde donde insultaban -con lo típico, «fascistas», por ejemplo-, a los ciudadanos que entraban al Ayuntamiento para asistir al programa. Había pancartas que decían «No queremos otro 23-F». Yo no asistí; lo oí por la radio y luego vi las imágenes a través de la televisión local. Fue la única legislatura en la que no ha gobernado en mi pueblo la izquierda oficial; por entonces gobernaba el PP en coalición con un partido local ya desaparecido. Poco después de aquello ganó el PSOE y ahí sigue una década después, actualmente con mayoría absoluta; y con un alcalde, Noel, que se refiere al PP como «la derecha más extrema», ¡jajajajaja!
9:57 | 23/02/17
Luis Orlando
La izquierda pretende que sólo hay dos opciones; o ellos o el fascismo. Así es más fácil y meten en el saco del fascismo a liberales, conservadores etc. En lo único que son buenos los de izquierdas es en la propaganda.
13:00 | 23/02/17
Lorenzo
A propósito del asunto del fascismo, Alfonso Ussía escribió un memorable artículo reivindicando su «fachismo», entendido este como una forma de pensar que no coincide con los dogmas de la izquierda. Creo que expresa muy bien el estado de cosas actual.
http://www.mediavida.com/foro/off-topic/soy-un-facha-alfonso-usia-262952
13:59 | 23/02/17
Gabriel B.
La izquierda extrema tiene bastante seguidores entre intelectuales y hombres de letras, lo que le facilita y da muchos recursos a su propaganda, hasta el punto que ser de izquierda significa «culto» y de derecha, «ignorante».
Por otro lado, me sorprende que llamen fascistas a las dictaduras autoritarias impuestas por EE.UU. (Pinochet, Videla, Stroessner, Marcos, etc.), siendo el fascismo una ideología más cercana al comunismo; incluso Mussolini inventó el término «totalitario».
Difícil tarea luchar contra expertos en retórica aún vigentes.
14:36 | 23/02/17
Basfi
Fascismo, por definición, es la izquierda nacionalista: el BNG, las Mareas, la ERC, la ETA… son todas fascistas por definición.
En palabras de Benito Mussolini: «fascismo es el socialismo que ha descubierto la pasión patriótica» (como todo buen izquierdista confunde nacionalismo con patriotismo); o como él mismo dijo, sobre el Manifiesto de Verona: «Nuestros programas son definitivamente iguales a nuestras ideas revolucionarias y ellas pertenecen a lo que en régimen democrático se llama «izquierda»»
16:53 | 23/02/17
Elentir
El BNG es un partido cuyo núcleo central, la UPG, es un partido marxista-leninista al más puro estilo maoísta. Una curiosidad: al comienzo se iba a denominar BNPG, es decir, Bloque Nacional-Popular Galego. Lo de «Nacional-Popular» supongo que se lo tendrían que poner porque el término «Nacional-Socialista» ya lo habían cogido otros antes…
17:25 | 23/02/17
pacococo
El fascismo establece el todo para el estado. El comunismo establece el todo para el partido. Así que no veo la diferencia.
Respecto a lo que dices del miedo a la ultraderecha, es natural, pues tienen que asustar a los suyos. En estos momentos si no asustas al a gente no te votan y si no te votan, no chupas.
Podemos es el terror de las derechas y si quieren que la gente vote a los partidos de izquierda, es necesario inventarse una extrema derecha. Y digo inventarse por que no existe. Nunca ha existido. Los fascismo siempre fueron de izquierda, sólo que como los comunistas, que ganaron la guerra, necesitaban un enemigo, dijeron que eran la derecha.
Fern
Pues en Ucrania tienen un gobierno bastante nazi, hasta con simbología parecida, lo que pasa es que está apoyado por los «buenos» y queda feo eso de decir lo que son en realidad.
21:41 | 23/02/17
Elentir
No sé exactamente cuál es la ideología del gobierno ucraniano, pero lo que me cabrea es que esté ensalzando a la UPA de Stepán Bandera, una guerrilla nacionalista ucraniana que cometió auténticas barbaridades en la Segunda Guerra Mundial, entre ellas el asesinato de miles de polacos.
21:45 | 23/02/17
Fern
Pues entonces, perdón por el fallo.
22:48 | 23/02/17
Sharovarov
Yo lo que he descubierto hace poco -viendo los documentales que hay en Internet sobre la construcción del muro-, es que los comunistas de la URSS y de la RDA lo denominaban «muro antifascista». Sinceramente, como digo, no lo he sabido hasta hace poco.
0:04 | 24/02/17
Elentir
Así es, Sharovarov. La propaganda comunista lo vendió así, asegurando que ese muro servía para proteger a los habitantes de Alemania Oriental de los nazis que se refugiaban al amparo de los aliados en la Alemania Occidental. Lo que no explicaban es que, si eso era así, ¿por qué la vigilancia se orientaba hacia el interior del país, como en una prisión, y no hacia el exterior? ¿Y por qué asesinaban a los que intentaban huir, convirtiendo la RDA en una enorme cárcel?
Lo mejor de las mentiras comunistas es que no resisten ni el más básico análisis lógico.
0:08 | 24/02/17
Carlos
La cuestión es que, estando como están todos los centros de educación pública y la mayoría de los medios de comunicación infiltrados por el comunismo, es difícil hacer frente a esa criminal ideología.
El adoctrinamiento permanente se nota cada vez más y la aparición y el auge de Podemos es la demostración de que eso es así.
13:16 | 24/02/17
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