Algunos de los bulos del diario El País, que ahora nos alerta contra la 'desinformación'

"La era de la desinformación". El diario socialista El País titula así, con letras grandes y a toda plana, su portada de este domingo.

¿El diario socialista El País pretende que el Estado censure las conversaciones privadas?
El origen franquista del diario El País, que acusa de 'franquista' al que opina distinto

Justo debajo de ese titular, El País alerta contra los "relatos alternativos" y los "bulos" y dice que la "industria de la mentira" crece "de la mano de redes e influencers en busca de dinero y de élites con poder". La afirmación es muy divertida viniendo de un periódico afín al gobierno y cuyo fundador hizo fortuna gracias a la dictadura de Franco, para después convertirse en el boletín extraoficial del Partido Socialista y en el gran defensor de los gobiernos de ese partido. Hoy, entre sus accionistas está un influyente pariente del emir de Qatar.

Ver a El País alertar contra la "desinformación" y los "bulos" es tan surrealista como si el PSOE alertase contra la corrupción política. De hecho, gran parte de la trayectoria del periódico socialista se ha basado en manipular, tergiversar y ocultar la información al servicio del poder, a menudo publicando mentiras contra todos los que no coinciden con los dogmas ideológicos socialistas. En todos estos años, hemos visto a El País hacer cosas como éstas:

• Mentir sobre un acto de Vox afirmando que no se acordó de Antonio Machado, García Lorca y Picasso, a pesar de que en ese acto de Vox mencionaron a esas tres personas.
• Llamar "franquistas" a personas que murieron antes del franquismo, en un intento de erradicar nombres de personas asesinadas por la izquierda del callejero y de lugares públicos.
• Calificar como pérdida de un embarazo el asesinato de una niña recién nacida por parte de su madre, como parte de una campaña para promover el aborto en El Salvador.
• Culpar a las familias numerosas del cambio climático, como parte de una campaña sistemática del periódico para criminalizar la natalidad.
• Publicar un libelo para caracterizar a los provida como secuestradores y acosadores, por el mero hecho de ofrecer ecografías gratuitas a las mujeres que pretenden abortar.
• Calificar como "machistas" a las mujeres que no se declaran feministas, en el marco del afán del periodico socialista por imponer su ideología como una especie de pensamiento único.
• Atacar a Polonia por documentar que los centinelas de Auschwitz eran alemanes, en el marco de una constante campaña de odio contra la Nación polaca por ser un país católico.
• Culpar al "capitalismo salvaje" del caos provocado por el socialismo en Venezuela, en un intento de desvincular a esa ideología de las consecuencias de sus actos.
• Lanzar el bulo de que el Papa haría cardenal a una mujer, bulo desmentido por el propio Vaticano.
• Negar que los fetos humanos sean humanos, como si las mujeres concibiesen seres de otra especie, en el marco de un constante apoyo de ese periódico a la promoción del aborto.
• Lanzar una campaña de mentiras para promover la legalización del aborto en El Salvador, algo que ya es una tradición en el lobby proaborto.
• Calificar como "ultras" a quienes rechazan el aborto eugenésico, es decir, el acto de matar a un niño por nacer por tener alguna enfermedad o discapacidad. Una eugenesia que fue promovida activamente por los nazis.
• Calificar como "anticientíficos" a los que afirman, como muestra la ciencia, que la vida humana empieza con la concepción, simplemente porque esa evidencia científica contradice los planteamientos proaborto de ese periódico.
• Publicar un bulo afirma que la Iglesia recibe 10.000 millones del Estado, una mentira que formaba parte de una campaña anticatólica de la izquierda.
• Difundir una cifra falsa sobre los sueldos de los profesores de religión, basada en supuestos "expertos". Finalmente resultó que esa cifra había sido inventada por las Juventudes Socialistas.
• Criticar a la Iglesia Católica por contar los años desde el nacimiento de Cristo, algo que hace casi todo el mundo, incluso ese periódico.
• Calificar como "élite científica" a 17 científicos que afirman que la ciencia no puede saber en qué momento empieza la vida humana, frente a un manifiesto de más de 1.700 científicos señalando que la evidencia científica muestra que la vida humana empieza con la concepción.
• Lanzar bulos afirmando que la Iglesia aniquiló a Galileo, condenó el pararrayos y envió a la hoguera a los primeros anestesistas, algo que es rotundamente falso.
• Engañar a sus lectores para ocultar la negociación política entre el gobierno de Zapatero y ETA, a fin de desprestigiar a los que criticaban esa negociación.
• Publicar un largo artículo sobre Hamás, de casi 1.200 palabras, omitiendo su carácter terrorista y llamando "militantes" a sus miembros.

La lista completa de las mentiras, manipulaciones y bulos que El País viene publicando desde hace décadas podría llenar varios tomos. Que ese periódico venga ahora clamando contra la "desinformación" no sólo es una exhibición de cinismo, sino también un episodio más de su campaña a favor de la censura, en la que ese periódico incluso sugirió intervenir conversaciones privadas con la excusa de combatir los bulos, algo propio de un régimen totalitario.

A los socialistas no les basta con mentir y manipular, sino que además quieren imponer sus opiniones y afirmaciones como las únicas válidas, pasando por encima de nuestros derechos y libertades. En esto, curiosamente, el socialismo español tiene una pulsión liberticida que se asemeja a la de dictaduras como Rusia, Irán, China o Cuba, en las que discutir cualquier cosa que diga el gobierno resulta peligroso.